MERCADO BEST ONE
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN

    Alguien estaba agachado frente al supermercado. Era la primera vez que veía a ese hyung. Estaba jugando con Dongyi. Lo acarició y lo alimentó con algo parecido a un pan. Hicimos contacto visual por un momento, luego miré hacia adelante sorprendido y seguí caminando. Me escondí en un callejón y lo espié. “Ugh. ¿Quién es ese?” Puse mi mano en mi bolsillo y toqué la bolsa de plástico que guardaba mi jamón y mi tostada. “Rayos. Fue muy difícil esconder esto de mamá”

    “Oh, Taehyung está aquí. ¿Por qué eres así? ¿No viniste a jugar con Dongyi?”

    Me sobresalté. Era el dueño del supermercado. El hyung de antes levantó su cabeza y me miró. Rayos. Todo por culpa del dueño. Como ya había sido atrapado, me acerqué al hyung.

    “¿Quién eres?” pregunté.

    “¿Yo?” Me observó como si no supiera que debería de responder.

    “¿Por qué estás jugando con Dongyi?”

    “¿Qué?” No dijo nada, otra vez.

    Así fue como comencé a hablar con él. “Mi papá dice que cuando él gane mucho dinero y nos mudemos a una casa grande, puedo tener un perro, así que tomaré a Dongyi y lo criaré. Ni pienses en ser codicioso, hyung.”

    Hyung asintió. “Suena bien.”

    “Hyung, ¿eres pobre? Entonces, ¿no puedes criar un perro?”

    “¿Dinero?” Respondió hyung, volteándome a ver. Luego, sacudió su cabeza. “No puedo criar a un perro.”

    “¡Pregúntale a tu papá! Mi mamá dice que los papás son débiles ante la persistencia.”

    Hyung solo asintió y continúo acariciando a Dongyi. Luego murmuró, “Eso suena bien.”

    Pregunté una vez más. “Entonces, ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas, hyung?”

    Hyung respondió sin voltear. “¿Yo?, Kim Seokjin.”



    Cuando entré por el callejón, vi muebles y artículos del hogar amontonados en la calle. “Namjoon, ¿qué está pasando con todas esas cosas de ahí?” preguntó mi padre, respirando con dificultad. Estábamos volviendo del hospital. Estaba apenas a unos 100 metros de la parada del autobús hacia nuestra casa, pero a mi padre le costó incluso hasta eso. Corrí hacia nuestra casa. Mi madre estaba agachada contra la pared, detrás de la pila de los artículos del hogar, y cuando me vio, se enderezó. “Namjoon, ¿qué debemos hacer?”. Dijo que tuvo que pelear con el hijo del propietario, quien vino a cobrar el alquiler que mi hermano menor no pagó.

    Llevé a mi padre al almacén detrás del supermercado del vecindario. Mientras movía los muebles, mi madre limpió los platos y los artículos de comida. Pronto, el almacén estaba lleno de cosas de nuestro apartamento de dos habitaciones. Había cosas que quería tirar pero, para hacer eso, necesitábamos dinero. Cuando estuvo todo hecho, ya era de noche. Me dolía la espalda y estaba sudando. Mi madre me dio palillos, diciéndome que al menos comiera un poco, pero no pude forzarme a hacerlo.

    El almacén estaba lleno, así que salí para sentarme en los bancos de madera junto al supermercado. Mi madre preguntó: “Namjoon, ¿dónde ha ido Namhyun?” Le grité: “¿Cómo se supone que debo que saberlo?” Namjoon. Namjoon. Namjoon. Estaba cansado de eso. Me arrepentí de decirle a mi hermano que viviera sin desanimarse. Incluso si podíamos resistir unos días en el almacén, ¿qué debíamos hacer después de eso? No podía pensar en nada. El dueño del supermercado dejó una lata de cerveza y regresó adentro.