SITIO DE CONSTRUCCIÓN
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN

    Caminé por el filo de un tejado. El edificio estaba a mitad de su construcción. La oscuridad emergía de la punta de mi pie mientras lo balanceaba en el aire. Debajo del tejado, la ciudad se extiende vertiginosamente. Carteles de neón, sonido de las bocinas de los autos, y el polvo danzaba en la oscuridad. Por un momento, me tambaleé debido al mareo. Alzo mis brazos para equilibrarme. Entonces pensé, solo tengo que dar un paso. Un paso más y todo habrá terminado. Me acerqué al abismo e intenté inclinar un poco mi cuerpo. La oscuridad que empezaba en la punta de mi pie pronto consumió mi cuerpo entero. Cuando cerré los ojos, la mareante ciudad, el ruido y mis miedos desaparecieron. Dejé de respirar. Luego, me incliné lentamente. No pensé en nada. Tampoco nadie vino a mi mente. No quería dejar nada atrás. Tampoco recordaría nada. Solo sería el final, de esta manera.

    Fue en ese momento que sonó mi teléfono. Volví en mí como si hubiera despertado de un sueño distante. También volví a mis cabales. Saqué el teléfono. Era Yoongi.



    Al final, todo salió como lo había deseado. Me topé con los matones que encontré en la calle a propósito y fui golpeado por ellos hasta que mi corazón no aguantó más. Sonreí mientras era golpeado, así que me llamaron loco mientras me golpeaban aún más. Me recargué sobre la puerta de una tienda y miré hacia el cielo. Ya era de noche. No había nada en el cielo completamente negro. A cierta distancia, pude distinguir un pedazo de césped. El viento sopló y movió el césped. Era como yo. Pensé que lloraría, pero sonreí a propósito.

    Cerré mis ojos, y pude ver la imagen de mi padrastro aclarando su garganta. Mi hermanastro me pateó y se burló de mí. La familia de mi padrastro miró a otro lado mientras hablaban otros asuntos sin sentido. Como si no estuviera ahí, actuaban como si mi existencia fuera nada. Frente a esas personas, mi madre estaba intimidada. Me levanté del suelo, levantando polvo así que tosí. La boca de mi estómago dolía como si me hubieran apuñalado con un cuchillo. Me dirigí a la azotea del sitio de construcción. La ciudad nocturna se extiende ante mí de un horrible color. Escalé sobre la barandilla y caminé, extendiendo mis brazos. Por un momento, mis piernas temblaron y casi pierdo el equilibrio. Pensé en cómo con un solo paso, moriría. Si muero, sería el final. Nadie estaría triste si yo ya no estuviera aquí.



    Me detuve tras escuchar una torpe melodía de piano. A mitad de la noche en el sitio de construcción vacío, el único sonido provenía de una fogata que alguien prendió en un contenedor. Conocía la canción que era tocada, pero no le puse más atención a ello. Mis pasos vacilaron debido al alcohol. Cerré mis ojos y dejé de cuidar mis pasos a propósito. Mientras el calor de la fogata se hacía más fuerte, el sonido del piano, el viento nocturno y mi intoxicación se fueron desvaneciendo.

    Abrí mis ojos tras escuchar un repentino claxon, y el auto que pasó apenas a mi lado. En la confusión por la intoxicación, el reflejo de los faros y el viento que creó el auto, me tambaleé sin control. Escuché al conductor soltar alguna maldición. Me detuve con la intención de devolver la maldición, cuando me di cuenta que ya no podía escuchar el sonido del piano. El sonido de las llamas de fuego, el sonido del viento, y los derrapes dejados por el auto, pero no podía escuchar de forma clara la melodía del piano. Pensé que se había detenido. ¿Por qué se detendría? ¿Quién estaba tocando ese piano?

    Como un ruido sordo, las chispas del contenedor se perdieron en la oscuridad. Me quedé viendo la imagen fijamente por un tiempo. Mi cara se sonrojó debido al calor. Fue ahí cuando distinguí el sonido de alguien golpeando su puño en las teclas de piano. Instintivamente volteé hacia atrás. Por un pequeño momento, mi sangre corrió salvajemente por mis venas y mi respiración se volvió errática. Mi pesadilla de la infancia. Era el mismo sonido que escuché en aquel lugar.

    De un momento a otro, me encontraba corriendo. No era mi voluntad, mi cuerpo giró por sí solo comenzó a correr hacia la tienda de instrumentos. De alguna forma, se sentía como algo que había repetido en múltiples ocasiones. No sabía lo que era, pero sentía que estaba olvidando algo urgente.

    La ventana rota en la tienda de instrumentos. Alguien se encontraba sentado frente al piano. Han pasado varios años, pero pude reconocer quien era al instante. Él estaba llorando. Cerré mi puño; no quería involucrarme en la vida de nadie. No quería consolar a ningún alma solitaria. No quería significar nada para nadie. No estaba seguro de poder protegerlo. No tenía confianza de que podría estar a su lado hasta el final. No quería lastimarlo. No quería ser lastimado.

    Comencé a moverme lentamente. Pensé en darme la vuelta e irme, pero antes de darme cuenta ya me estaba acercando a él. Señalé la nota musical que estaba incorrecta. Jungkook se dio la vuelta y me dio la cara. “Hyung.” Era la primera vez que nos veíamos después de dejar la escuela.