LOS ANGELES
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN
LOS ANGELES
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN

    Tomaba fotos mientras caminaba en la costa del mar. La apariencia de los vecinos del área cambiaba constantemente, pero el mar era el mismo para todos. Me bajé de mi carro y me dirigí a la orilla del mar. Me senté sobre la arena blanca y observé la foto que había tomado por el visor de la cámara. El momento y lugar en el que habían sido tomadas eran distintos, pero cada foto era exactamente la misma. El cielo y el mar se encontraban en la mitad de la imagen.

    Había pasado un año desde que llegue a Los Ángeles y salí de Songju como si estuviera huyendo de ahí. La casa de los padres de mi madre en los que había pasado mi infancia no se sentía desconocida, pero tampoco cómoda. Tras encontrar un lugar en el que estar, escondí mis sentimientos y sonreí incómodamente. Era el método para convertirme en una buena persona que había aprendido de mi padre. Era útil la mayoría de las veces, y fue igual en este momento.

    Desde que llegué aquí, no he fotografiado a nadie. No hay un motivo en especial. Simplemente no quería. En lugar de eso, tomaba fotografías del océano. No sabía si era porque me gustaba tomar fotos de cosas que no cambiaban. Mirando hacia atrás, es algo gracioso. No es que mis amigos hayan cambiado, tampoco es que yo haya cambiado. Originalmente, yo era ese tipo de persona, es solo que fui atrapado siéndolo. No traje conmigo ninguna de las fotos que tomé durante mis años escolares. El yo de esas fotos no es el mismo que el yo de ahora. No escondía mis sentimientos y no tenía motivo para encontrar mi lugar. Esa sonrisa incómoda era la misma, pero había algo diferente. En ese momento, mi sonrisa era genuina.

    Tomé mi cámara y capturé una foto del océano. Debido al cielo nublado, el cielo y el mar eran del mismo color. La línea donde se dividían se veía difuminada. De entre las incontables fotos que he capturado del mar, no hay ni una que sea igual a otra. El clima, la luz, el viento eran diferentes. Mi vista era diferente, y mi corazón también. La foto que tomé hoy no fue la excepción. Las incontables fotos que tomé durante la escuela también eran diferentes. Una foto contiene la visión y el corazón de la persona que las toma. Estaba asustado de enfrentarme al yo de ese pasado. ¿Qué estaban haciendo? ¿Qué pensarán de mí? Tenía miedo de esos pensamientos que rondaban mi cabeza, por lo que tome sus fotos, las coloqué en una caja, y cerré la tapa.



    El anuncio de que pronto aterrizaríamos se escuchó sobre mis audífonos. No se veía nada afuera de las ventanas más que esponjosas nubes. Recordé mi tiempo en Los Ángeles. Fue lindo tener una playa. Pero aparte de eso, no había nada particularmente memorable. El avión hizo una vuelta pronunciada y la ciudad se volvió visible.

    Regresar a Song Ju había sido repentino. Mi padre había llamado y dicho “regresa”. Por supuesto, había una razón. Mi padre no era el tipo de persona que hiciera algo sin tener un motivo. Pero no había dicho cuál era esa razón. No pregunté, tampoco, pues ya sabía que al llegar me iba a dar cuenta de que era. Pero, una vez más, tal vez el regresar a Song Ju no había sido tan repentino después de todo. Quizá ya todo había sido decidido, y era solo que no sabía nada.

    Escuché en la fila frente a la mía a un niño preguntar, “¿ese es nuestro hogar?” miré por la ventana.

    “No, nuestra casa se encuentra cruzando el río'', dijo alguien que parecía ser el padre del niño.

    Hogar. Repetí esa palabra en mi cabeza. No se sentía como si estuviera yendo a mi hogar. Tampoco Los Ángeles se sentía como mi hogar. Los Ángeles y Song Ju. Ambas eran mis direcciones, pero ninguno era mi hogar.