CONTENEDOR DE NAMJOON
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN
CONTENEDOR DE NAMJOON
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
MENCIÓN DE LA UBICACIÓN

  • ¡Contenedor de Namjoon puede encontrarse en el libro de letras gráficas de Run!

    • Me lancé al suelo del contenedor. La parte de metal dentro del contenedor estaba tan caliente que apenas me dejaba abrir los ojos. Miré alrededor con mi cara fruncida. Habían pasado solo 10 minutos desde que le había dicho que esperara mientras iba por ramyeon. Escuché un tosido y busqué alrededor, miré a Woochang que se arrastraba hacia adentro. Empapé una toalla en agua y la enrollé alrededor del cuerpo de Woochang. Apunté a la ventana. “Vamos a tener que brincar por ahí” dije. “Woochang-ah, ¿puedes hacerlo verdad?” Afuera de la puerta, llamas rojas carmesí estallaban. Tomé la mano de Woochang. “A la cuenta de tres, saltamos, una, dos…” en un momento, algo cayó por fuera de la puerta. Los materiales arrumbados a un lado de la puerta parecían haber colapsado dentro de las llamas. Las chispas volaron a través del polvo. Woochang y yo retrocedimos, sorprendidos. La salida de un momento a otro estaba bloqueada.



      Observé al niño que comía su ramen apurado. Tendría algunos ocho, no, diez años creo. Incluso mientras devoraba sus fideos, volteaba a verme ocasionalmente. Pregunté por su nombre y él respondió “Es Woochang, Song Woochang.” Antes de eso, cuando la sopa del ramen manchó su camiseta y quedó con una mancha clara sobre ella, la talló con sus dedos y murmuró algo de que su abuela lo regañaría de nuevo.

      La primera vez que vi a Woochang fue hace dos meses. Había regresado de la estación de gasolina y Woochang estaba parado frente al contenedor que estaba atrás del mío. En ese momento, pensé que estaba buscando un atajo para salir de estación Songju y entrar a este lugar. El área de contendores no era un área para que un niño viviera. Pero, dos semanas después, lo vi pateando una pelota de fútbol sin cascarón por su cuenta, a un lado de los terrenos vacantes junto a los contenedores. Después de eso, me topé con Woochang varias veces. Siempre estaba corriendo por ahí solo hasta altas horas de la noche, usando la misma camiseta, pantalones y tenis. Con solo una mirada, era obvio que no había un adulto para cuidar de él. No había nada que pudiera hacer por él. Incluso cuidar de mi iba más allá de mis posibilidades. Siempre pasaba por ahí, fingiendo no conocer a Woochang.

      El día de hoy, cuando mi turno en la estación de gasolina terminó y regresé a la aldea de contenedores, eran pasadas las 11 PM. Mientras buscaba mis llaves en mi bolsillo, pude ver una sombra agacharse. Era Woochang. Como siempre, si apagaba mi preocupación se detendría. Todo terminaría su encontraba mi llave, abría la puerta, cocinaba ramen yo solo, y trataba de dormir. Pero hoy, no podía hacer eso. No quería hacer eso.

      Miré el cielo. Había estado nublado todo el día. Incluso en el cielo nocturno, nubes grises y llenas de agua, no podías observar ninguna estrella. De pronto, me dio hambre. Si recordaba bien, solo tenía un paquete de ramen en mi contenedor. No había procurado ninguno y no tendría que hacerlo en el futuro. Esas eran mis circunstancias. Miré la llave que había sacado de mi bolsillo. Recordé el paisaje que observé en mi camino de regreso de la aldea rural. Pensé en la frase que había escrito en la ventana del autobús.

      Caminé hacia donde estaba Woochang.



      Llegué a las cercanías del contenedor un poco antes de lo acordado. Es el lugar donde celebraríamos el alta de Jungkook del hospital, pero eso no era todo. Había algo que quería contarle a Seokjin. Pensé que tenía cosas importantes que decirle a él, pero también sentí que no le gustaría. En lugar de entrar al contenedor, caminé un poco, siguiendo el camino de las vías del tren. Un tren pasó, y el viento sopló violentamente. La plataforma se llenó de personas y luego volvió a quedar vacía. Mientras tanto, el tiempo en que habíamos acordado vernos llegó. Me di la vuelta y respiré profundo.

      No había nadie dentro del contenedor. Lo único que sentí fue el aire caliente de verano que salió como si hubiera estado esperando a ser liberado. Aunque iba 10 minutos tarde, fui el primero en llegar. ¿Dónde estaban todos? ¿Habrá surgido algo de pronto? ¿Estaban en camino? Prendí el ventilador eléctrico y eché un vistazo al interior. No había visto a Namjoon en un largo tiempo, y su tranquilo y calmado contenedor no le quedaba a la palabra “fiesta.” Encontré un pedazo de papel sobre un escritorio y con una pluma escribí “Felicidades por el alta, Jungkook” letra por letra, en grande, y lo pegué sobre una pared del contenedor. Eso no hizo que el sentimiento lamentable se fuera, pero era mejor eso a nada.

      Pasaron otros diez minutos después de que revisé la sala de chat para asegurarme de que los demás venían. El contenedor vibraba cuando pasaban trenes fuera de la puerta abierta. Observando el descomunal mundo, recordé el momento en que abrí la puerta del hospital para huir. ¿Hubiera sido capaz de abrir la puerta y salir si no fuera por Taehyung, Jungkook y los hyungs? Solo porque existe una puerta abierta, no significa que todos puedan salir por ella. ¿Tal vez Seokjin también está atrapado en algún lugar así? ¿No estará esperando a que alguien toque la puerta? No estaba seguro de nada. Tampoco sabía si realmente sería de ayuda. Pero las piezas que encontramos después de desmoronarnos se convirtieron en pequeñas pistas…cuando mis pensamientos alcanzaron ese punto, la puerta del contenedor se abrió repentinamente. Luego, Yoongi entró.



      En la pared del contenedor se podía leer un mensaje: “Felicidades por el alta, Jungkook”, pero no se sentía la misma atmósfera dentro del lugar. El aire dentro del pequeño contenedor se sentía como si pudieras cortarlo por la extraña tensión. Mirando atrás, estos días siempre ha sido así.

      Seokjin salió por un momento. Taehyung se dio prisa y fue tras él, mientras los demás intercambiaban miradas y lo seguían. Taehyung dijo algo pero no parecía que Seokjin estuviera escuchando. Observé detrás los demás mientras veía a Seokjin subirse a su auto.

      El auto dio reversa ligeramente y dio la vuelta. La luz del contenedor iluminó la camioneta. Por un momento, se pudieron observar los rastros de un accidente en la defensa del auto que luego se perdieron en la oscuridad. Lo extraño fue que no sentí nada al notar eso. Incluso cuando confirmas algo que ya sabías y tienes frente a ti la dura realidad que es casi palpable, puede que tus sentimientos al respecto sean complicados o te sientas en shock, pero en realidad no es eso.

      El auto de Seokjin desapareció en la oscuridad mezclada con la luz de los faros que se acercaban a mí esa noche. Cómo se sintió mi cuerpo al flotar en el aire, el momento en que no puedo respirar o pasar saliva, el miedo que se extendió por mi cuerpo en espasmos. El frío al perder la conciencia que no podía soportar. La sombra de la muerte. Las marcas de accidente en la defensa del auto que observé en ese momento.

      Volví dentro del contenedor. Me senté en una silla mientras observaba la escritura de Jimin que leía “Felicidades por el alta, Jungkook.” De pronto, mi pierna que fue lastimada en el accidente dolió. No otros no lo pensaron mucho antes de regresar adentro. Estaban hablando sobre algo que desconocía.



      Caminé, prestando atención a Jungkook quien me estaba siguiendo. Continuamente aparecían contenedores que se extendían a lo largo de las vías del tren. Es el cuarto contenedor desde el final. Hoseok había dicho que planeó encontrarse con Namjoon y Taehyung, también dijo que yo debería ir. Accedí, pero no pensé que realmente iría. Detestaba relacionarme con otras personas, es una realidad que Hoseok sabía también. Probablemente pensó que no iría realmente.

      Cuando lancé la puerta abierta, pude ver la cara de sorpresa de Hoseok. Y cuando se dio cuenta de Jungkook, se acercó con una expresión de emociones mezcladas, en su usual, manera exagerada. Pasé por un lado de ambos y encaré el interior del contenedor. “¿Cuánto tiempo ha pasado?” Pude escuchar el persistente sonido de Hoseok intentando abrazar a un avergonzado Jungkook.

      Poco después, entró Namjoon, junto con Taehyung. Un costado de la camiseta de Taehyung estaba roto. Cuando pregunté qué pasó, Namjoon fingió golpear a Taehyung. Llegó tarde porque había tenido que recoger a Taehyung de la estación de policía, porque el punk fue atrapado por estar haciendo graffiti. Mientras exageraba sus disculpas y temblaba, Taehyung dijo que rasgó su camiseta mientras intentaba huir de la policía.

      Me encogí en una esquina. Namjoon le dio a Taehyung una camiseta para que se cambiara, y Hoseok sacaba algunas cosas como hamburguesas y bebidas. En medio de todo, Jungkook estaba parado incómodamente, sin saber qué hacer. Mirando atrás, nuestra época de preparatoria también era así. En algún lugar del salón de almacenamiento, Namjoon estaba fastidiado mientras intentaba razonar con Taehyung, Hoseok estaba ocupado moviendo cosas, y Jungkook se paseaba por ahí sin saber cuál era su lugar.

      Había pasado un largo tiempo desde que nos reunimos de esta manera. No recordaba bien. ¿Qué pasó con Seokjin y Jimin? Pensé algo que no era propio de mí. Aunque este era un lugar el cual visitaba por primera vez, mi corazón se sentía extrañamente en calma.



      Ya llevaba un tiempo pensando que a Taehyung le pasaba algo. Aunque él fingiera que no pasaba nada, yo sentía que su ansiedad se traducía en su forma de actuar, en su rostro e incluso en sus palabras. Entraba y salía de la estación de policía con frecuencia, y tenía heridas visibles en su cuerpo. También tenía pesadillas.

      La razón por la que no le pregunté qué estaba pasando o lo presioné a que me confesara sus problemas es porque estaba esperando que él lo hiciera por cuenta propia. Por otra parte, dudé en que quizá no tenía derecho a escuchar sus problemas. Pretendía ser un hyung de verdad, ser un adulto, pero cuando mis amigos realmente tenían problemas, no podía estar para ellos y protegerlos. Todo el mundo me alaba por mi madurez, pero no soy tan adulto realmente. Solo podía titubear y no enfrentar la realidad que tenían frente a mis ojos.

      Yoongi murió. Hoy Taehyung tuvo otra pesadilla. Despertó sorprendido mientras lo sacudía por sus hombros, luego se quedó vagamente sentado por un momento. Ni siquiera pensó en limpiar las lágrimas de sus ojos, mientras (él) balbuceaba palabras sin sentido. Yoongi murió, Jungkook tuvo un accidente, y yo me metí en una palea. Él dijo que tenía esos sueños frecuentemente y que eran tan vívidos que sentía como si fueran reales, y que siente como si ahora mismo estuviera en un sueño. “Hyung, no te vayas.” La voz de Taehyung tembló ansiosamente.



      “Hyung, ¿eso es todo? ¿No hay nada más que estés escondiendo de nosotros?” Nuestro alrededor se mantuvo en silencio en un momento. Las miradas de todos se posaron sobre mí. Observé directamente a Seokjin. Hyung me observó también. En esa mirada, había algo de cansancio, incomodidad y arrepentimiento. Cuando quise insistir de nuevo, alguien tomó mi brazo y me detuvo. No mire atrás, pero lo sabía, era Namjoon.

      “Hyung, ¿Por qué te importa? Ni siquiera eres mi hermano real.” Sentí la mirada de Namjoon sobre mí. Sin voltear mi cabeza, me deshice de su agarre. También lo sabía. Estaba enojado con Namjoon sin motivo alguno. Decía que estaba enojado y bastante herido, mientras repetía las palabras de hyung en la conversación que había tenido con alguien más. Nada de lo que dijo era incorrecto. Apenas soy un año menor que él. No soy su hermano menor verdadero. También era verdad que debería saber cómo arreglar mis propios asuntos. Pero estaba herido. No tenía nada con que refutar, así que me enojé más. Quería que de esa manera, entendiera mis sentimientos.

      “Taehyung. Lo siento. Hay que detener esta charla aquí.” Fue Seokjin quien dijo eso. Seokjin fue quien dijo “Taehyung-ah,” llamando mi nombre y diciendo que lo sentía. Namjoon no dijo nada. “¿Detener qué? Ya que estamos hablando, hablemos de todo. Hyung, hay algo que estás escondiendo de nosotros, ¿verdad?”

      “Hablemos afuera.” Dijo Namjoon mientras volvía a tomar mi brazo. Me deshice de su agarre de nuevo, pero él puso más fuerza en este y trató de llevarme afuera. Mientras me resistía, dije “Déjame ir. ¿Con qué derecho me detienes? ¿Qué sabes tú? Mientras no sepas nada, hyung, piensas que él es una gran persona, ¿no es así?” Fue entonces que hyung me dejó ir. Titubeé un poco ante su reacción. No, en realidad no me sentí así por su reacción. En el momento en que me dejó ir, pareció como si el anillo se hubiera roto por la mitad. Era como si todo mi soporte se hubiera resquebrajado y colapsado. Tal vez no quería que me dejara ir hasta el final. Enójate, llévame afuera. Tal vez quería que me regañara una vez más, como si fuera su hermano menor de verdad, como si fuera alguien muy importante para él y de la que no puede alejarse.

      Pero me dejó ir. Yo solo reí. “¿Por qué es tan importante mantenernos unidos? ¿Qué somos el uno del otro? Al final, ustedes saben que estamos por nuestra cuenta.” En ese momento, Seokjin me golpeó.



      Cuando alcé la cabeza, estaba frente al contenedor de Namjoon. Abrí la puerta y entré. Recogí la ropa que se encontraba tirada por ahí y me recosté haciéndome bolita. Un escalofrío descendió sobre mí. Sentí ganas de llorar mientras mi cuerpo entero comenzaba a temblar. Pero las lágrimas no salían.

      Cuando abrí la puerta y entré, Yoongi estaba de pie sobre la cama. Las llamas ascendían por los bordes de las sabanas. En ese momento, un enojo y miedo insoportables llenaron mi cuerpo entero. No suelo ser bueno con las palabras. Me falta habilidad para expresar mis emociones y lograr persuadir a los demás. Me llené de lágrimas así que comencé a toser, y con menor razón logré que salieran las palabras. Mientras me precipitaba hacia el fuego, las únicas palabras que logré decir fueron “¡Decidimos que iríamos todos juntos al mar!”

      “¿Qué sucede? ¿Tuviste una pesadilla?” Alguien me sacudió el hombro y abrí los ojos. Era Namjoon. Sentí una sensación de alivio. Tocó mi frente y dijo que tenía fiebre. Realmente se sentía como tal. Era como si el interior de mi boca estuviera hirviendo, pero tenía tanto frío que no podía soportarlo. Tenía un dolor de cabeza terrible y me dolía la garganta. Apenas me pasé la medicina que me trajo. “Duerme un poco más. Hablamos después.” Solo asentí. Después dije, “¿Seré capaz de convertirme en un adulto como tú?” Namjoon se dio la vuelta.



      Estaba buscando entre alguna de mis camisetas, pero Taehyung se acercó desde atrás y tomó una él mismo. Era una camiseta que tenía la misma frase en ella que la que yo usaba en ese momento. Tras una sonrisa inquieta, Taehyung se quitó su camiseta rota. Bajo la poca iluminación dentro del contenedor, pude observar las heridas de su espalda momentáneamente. Hoseok me dirigió una mirada sorprendida. Taehyung se puso mi camiseta y se observó a sí mismo en el sucio espejo. Comenzó a reír.

      “Este punk estaba haciendo grafiti y huyendo, llego tarde debido a que fui a sacarlo de la estación de policía.” Pretendí regañar a Taehyung con un golpe y él fingió disculpas exageradas. Yoongi, quien estaba sentado en una orilla del trailer, se acercó lentamente a Taehyung y le dio un pequeño golpe en el hombro.



      Otra vez abrí mis ojos ante la flamante luz del sol. La imagen del fuego dentro del contenedor y el cuerpo de Namjoon ya muerto permanecía dentro de mis párpados. Otra falla. Levanté mi brazo para cubrir mis ojos mientras pensaba. ¿Cuántas formas para salvar a Namjoon quedaban? Lentamente, recordé los eventos del 30 de septiembre. No sentí alguna emoción en particular, y no me sentía ni impaciente ni asustado.

      Después del accidente en la villa de contenedores, había hecho múltiples viajes en bucle (en el tiempo), pero aún no había sido capaz de entender el porqué de esos viajes en bucle, o que tenía que hacer para arreglar las cosas. No, aún más que eso, ni siquiera había sido capaz de averiguar qué era exactamente el “Mapa del Alma”, la pista que supuestamente terminaría con todo esto. El Mapa del Alma. La primera vez que escuché estas palabras fue después de que ya había repetido varias fallas. “Encuentra el Mapa del Alma. Será capaz de terminar todo esto.”

      “¿El Mapa del Alma? ¿Qué rayos es eso?” Presioné, pero no hubo respuesta.

      En lugar de eso, estas palabras permanecieron: “Las pistas llegan a un costo.”

      Reconocí la gasolinera de Namjoon a cierta distancia. Prendí mis intermitentes y me cambié de carril. Solo podía pensar en una cosa: detener el accidente del 30 de septiembre y terminar este bucle. Solamente me enfocaba en ese objetivo. Incluso si había un problema con ese proceso, o si alguien salía herido o apartado, no podía hacer nada al respecto. Si me dejaba llevar de más o que esas cosas me abrumaran, nunca sería capaz de lograr mi objetivo. Algo incluso más importante que salvarme a mí mismo es que fuera capaz de sobrevivir y escapar. Esa era la lección que el interminable bucle me había enseñado.



      Salí de la estación de policía con Taehyung. “Trabaja duro.” Lo dije con firmeza, manteniendo mi cabeza inclinada, pero no me sentía de esa manera. La estación de policía no estaba lejos de la casa de Taehyung. Me pregunto si Taehyung estaría constantemente entrando y saliendo de la estación de policía si viviera lejos de ella. ¿Por qué los padres de Taehyung se asentaron en una casa tan cerca de la estación? El mundo ya era bastante injusto para una persona tan amable, tierna y hasta un poco boba. Fingí no saber nada, pasé mi brazo sobre los hombros de Taehyung y le pregunté “¿Tienes hambre?” Taehyung negó con la cabeza. “¿Los policías te recibieron y compraron comida?” Pregunté nuevamente, pero Taehyung no contestó.

      Los dos caminamos bajo los rayos del sol. Una brisa helada atravesó mi corazón. Así es mi corazón, pero ¿Qué siente él? ¿Por cuánto tiempo tuvo su corazón roto y rasgado? ¿Cuánto sufrimiento guardaba en su corazón? Con esos pensamientos en la mente, observé el cielo, pues no era capaz de mirarlo a la cara. Un avión atravesaba un cielo ligeramente nublado y soleado. La primera vez que vi las cicatrices en la espalda de Taehyung fue cuando me lo encontré en el contenedor de Namjoon. Tenía una camiseta, y portaba una sonrisa inocente en su rostro, así que nadie dijo nada. Pero una parte de mi corazón se desplomó en seco.

      No tenía padres. No tengo recuerdos de mi padre y los recuerdos de mi madre son hasta cuando yo tenía 7 años. Cuando se trata de heridas relacionadas a la familia e infancia, aun comparado con otros, nadie me tendría envidia. La gente dice que hay que superar tus heridas. Aceptarlas y acostumbrarse a ellas. Tienes que reconciliarte contigo mismo y perdonar. Dicen que si haces eso, puedes empezar a vivir. No se trata de que no lo supiera y no pudiera lograrlo. No se trata de que lo rechazara y no me gustara. Algunas cosas no se logran solo con esfuerzo. Nadie me dijo cómo. Sé que no hay nadie en este mundo que venga sin cicatrices, pero ¿Por qué en el mundo eran necesarias las heridas tan profundas? ¿Para qué son necesarias? ¿Por qué ocurren estas cosas?

      “Hyung, estoy bien, puedo ir solo”, me dijo Taehyung en la bifurcación del camino. “Ya lo sé, niño punk” Caminé frente a él sin prestarle atención. “Dije que estoy bien. Mira. No pasó nada.” Taehyung sonrió, pero yo no dije nada. No podía estar bien. No, en realidad no estaba nada bien, pero sería insoportable si lo aceptara. Lo estaba evitando, y se había convertido en un hábito. Taehyung se puso la capucha de su suéter y comenzó a seguirme. “¿De verdad no tienes hambre?” Pregunté cuando llegamos al corredor que nos llevaba hasta la casa de Taehyung. Él sonrió como bobo mientras asentía. Me di la vuelta mientras lo observaba avanzar por el corredor de espaldas. Ese pasillo por el que caminaba y el camino por el que di la vuelta eran estrechos y desolados. Tanto él, como yo, estábamos solos. De pronto, iba a voltear, pero mi celular sonó.



      “¿Qué estás haciendo, sin matar a nadie?”

      Me regresé a mí mismo al presente por el grito desesperado de alguien. En la pantalla, había un juego de armas. Alguien gritó en mis auriculares que el enemigo había aparecido. Tomé el ratón inmediatamente. Disparé como loco. Los oponentes a los que disparé se sentían como muñecos sin relleno. Moví el ratón y miré alrededor del mapa, había unas vías de tren justo en el centro del mapa, y a ambos lados de esta vía había contenedores de metal amontonados por todos lados. Se parecía al pueblo de contenedores en la estación Songju.

      Cambié de arma. Era un arma automática que era capaz de disparar continuamente. A distancia, un enemigo con una bandana negra apareció. Apunté mi arma, pero por un segundo me pareció a alguien conocido. El enemigo estaba abatido en un solo estallido. No lo pensé dos veces en disparar a todos los que aparecieran. Inconscientemente, empecé a pensar en los hyungs. Me reí. Ahora que lo pienso, eran algo similar. Tomé cada una y avancé. Le disparé a cada enemigo que venía a los contenedores. Por un momento, volteo a ver a uno de ellos en el suelo. Pensé para mí mismo, ¿Ese es Namjoon hyung? Y en ese momento, la bala de alguien me dio en el hombro. Use el ratón para mirar y había alguien sosteniendo un arma. Era Seokjin hyung. Todo mi coraje se encendió a la vez.



      La casa de Hoseok estaba a mucha altitud. Al caminar durante un rato por la avenida principal y atravesar un callejón estrecho, encontrabas su casa en el último piso de la última casa. Mientras entrabamos a su hogar, que consistía en una habitación, se jactaba de que ese era el pico más alto de la ciudad, y que los lugares donde pasamos nuestra infancia y adolescencia estaban bajo nuestros pies. Como él mismo dijo, desde el tejado podías ver muchas cosas. No muy lejos ahí, se podía visualizar una estación de tren, al igual que los contenedores que se extendían por la extensión de los rieles. En uno de esos vivía Namjoon. Y si cambiabas un poco tu punto de vista, podías ver la escuela a la que asistíamos todos juntos.

      Mientras volteaba mi cabeza para observar la escuela, miré la otra punta de la ciudad. Seguido del pie de las montañas, se alineaba un gran complejo de apartamentos. Ese lugar era nuestra casa, no, la casa de mis padres. Huí del hospital sin decir nada. Probablemente contactaron a mis padres. Tal vez me estaban buscando en ese momento. Aún no tenía el coraje para enfrentar a mis padres. Salí del hospital, pero no pude ir a casa. Aun así, nunca quise regresar al hospital, pero no tenía a donde ir, y tampoco tenía un centavo. Hyung, quien estaba vacilante, me dijo que lo siguiera, y él nos guió todo el camino. Así es como terminamos en este lugar, la casa de Hoseok.

      Levantando mi vista, observé nuevamente el complejo de apartamentos. Algún día tendré que ir ahí. Tendré que encontrarme con mis padres y decirles que no pienso regresar al hospital de nuevo. Inhalé profundamente. De tan solo pensarlo, me hizo sentir que tendría una convulsión. En realidad, no creía poder soportar estar en otro lugar que no fuera el hospital. Me podrían llevar de nuevo a ese lugar. Estaba tan asustado de no poder soportarlo.