“Estúpido perro callejero. No podías esperar solo un momento, eres tonto.” Había corrido hasta el vecindario en el que estaba, pero no podía encontrar a Dubu. Miré la hora y ya habían pasado 20 minutos. ¿Qué tan lejos pudo haber ido un perro de apenas dos meses en solo 20 minutos? Sudaba bajo el ardiente sol de inicio de verano. Mi garganta estaba a punto de reventar de tanto llamar a Dubu, sintiéndose sofocada por dentro. Tuve que soltar la correa por un momento para revisar mi celular. Cuando vi alrededor, Dubu había desaparecido. Comencé a correr nuevamente. Revisé callejón tras callejón, y en los portones que estaban abiertos. Grite “Dubu” con todas mis fuerzas. Solo la gente que pasaba me volteaba a ver.
Mientras corría, reprendía a Dubu por ser un cachorro tonto. Estaba enojado y dije que él era así porque es un perro callejero. Pero, incluso en ese momento, sabía que no era culpa de Dubu. Fue mi error. Le quité los ojos de encima. No lo estaba vigilando y solté la correa. Tuve una insignificante conversación y reí por lo bajo, sin saber a dónde se había ido Dubu. ¿Había huido a propósito? Mientras ese pensamiento se hacía presente, me detuve de pronto. Era porque Dubu no disfrutaba de estar junto a mí. Vivir juntos solo era algo bueno para mí. Tal vez para Dubu, significaba estar lejos de su familia, nada más ni nada menos.
De pronto, escuché el sonido del ladrido de Dubu junto a un sonido de golpeteos. Al principio pensé que estaba escuchando cosas, pero vi a Dubu, quien no era una alucinación, dar vuelta en el callejón y correr hacia mí. Su pequeño cuerpo de dos años venía brincando por el camino inclinado, sus orejas volando en el aire y su hocico bien abierto. “Dubu,” lloriquee en voz alta, y me doble sobre mis rodillas, y Dubu brinco sobre mí. “¿A dónde fuiste? ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Recordabas mi olor?” Apenas el perro estuvo en mis brazos y lamió mis mejillas, surgió en mí una extraña emoción. Supongo que soy la única familia de la que depende Dubu. Supongo que también puedo ser necesario para alguien. Supongo que puedo ser ese alguien a quien volver. Como si se estuviera sofocando, Dubu intentó liberarse, pero lo sujeté con aún más fuerza.
(T/N: Dubu es el nombre del perrito. Significa “tofu.”)
"Traducción al español por @7Valeria_7 para Universo Bangtan y Map of the BU. Traducción al inglés por @writer_court para The BTS Effect. No distribuir sin respetar TODOS los créditos."