CASA DE TAEHYUNG
UBICACIÓN FÍSICA
MENCIÓN SIGNIFICATIVA DE LA UBICACIÓN
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CASA DE TAEHYUNG
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MENCIÓN DE LA UBICACIÓN

  • ¡Casa de Taehyung puede encontrarse en el libro de letras gráficas de You Never Wakl Alone y por el libro de letras gráficas de Run!

    • Al darme la vuelta, descubrí el pequeño texto bajo la X. Alguien plasmó una pequeña oración sobre la pared: “No es culpa tuya.” Era de ella. No fue algo que note directamente, y aunque desconocía cómo era su escritura, sabía que se trataba de ella. Fue como una despedida. Decía que no se había ido por mi culpa. Todas las cosas malas por las que has pasado no han sido por que seas mala persona. Era como si dijera “no te culpes a ti mismo, no te atormentes, sé valiente.”

      Mientras intentaba calmarme, de pronto noté que estaba frente a mi casa. Los gritos de mi hermana se escuchaban a través de la puerta. Repentinamente abrí la puerta y entré. Se desplegó ante mí una imagen familiar. Me defendí de mi padre. Tomé su brazo y lo miré con un rostro inexpresivo. Al principio se sorprendió, pero no tardó en preparar su puño. Fui golpeado varias veces. El llanto de mi hermana se hizo más fuerte. Me dolía la mandíbula y un sabor oxidado a hierro provino de mi boca. Aun así, no me rendí. Me colgué de la cintura de mi padre mientras él soltaba un grito de molestia. Lanzó despiadados golpes sobre mis hombros y espalda, pero yo solo lo sostuve con más fuerza aún.

      No es que no me doliera, tampoco era que no tuviera miedo, pero si lo dejaba pasar, se volvería a repetir. Quería que fuera diferente. Quería cambiarlo.

      No. Soy diferente a mi padre. Protegeré a mi familia.



      Posé mi vista en mi mano. Estaba manchada de sangre. De pronto, mis piernas perdieron fuerzas. Estaba a punto de hundirme al suelo, pero alguien me detuvo por detrás. Los rayos de sol cubiertos por una capa de nubes se colaban por la ventana. Mi hermana mayor estaba llorando, y Hoseok estaba petrificado y sin palabras. Los sucios muebles y sabanas estaban tan desordenados como siempre. El lugar donde mi padre estaba hace un momento se encontraba vacío. No podía recordar en qué momento dejó la habitación.

      El momento en que me dejé ir a mi padre, la ira incontrolable y la tristeza permanecieron en mí. El momento en que intenté apuñalar a mi padre, no sé qué me estaba deteniendo. No sabía cómo calmar mi acelerado corazón. Más que matar a mi padre, quería morir. Si pudiera, quisiera morir en ese momento. Las lágrimas no salieron. Quería llorar, quería gritar, quería patear, romper y destruir todo. Quería arruinarlo todo, pero no supe cómo hacer todo eso. .

      “Hyung, lo siento. Estoy bien, así que ya te puedes ir.” A comparación de mi salvaje corazón, mi voz salió seca desde mi garganta. No se parecía a mi voz. Lo alejé de mí, aunque no se quería ir, y observé la palma de mi mano. Había sangre saliendo desde mi venda blanca. En vez de apuñalar a mi padre, golpeé el piso con la botella de alcohol. Cuando la botella se rompió en pedazos, corté la piel de mi palma. Cerré mis ojos, y el mundo dio vueltas y vueltas. ¿Qué debería pensar? ¿Qué debería hacer? ¿Cómo debería vivir? Cuando regresé en mí, estaba viendo el número de Namjoon en mi celular. Incluso en esta situación, no, aún más con esta situación, lo necesitaba desesperadamente. Quería hablar con él. Hyung. Yo, mi padre, el padre que me creo, el padre que me golpeó como a un perro cada día… casi lo mato. Realmente casi lo asesino. No, en realidad, sí lo maté. Lo maté incontables veces. Lo maté tantas veces como mi corazón puede contar. Quiero asesinarlo. Quiero morir. Qué debería hacer ahora, la verdad es que no sé nada. Solo quiero verlo (a Namjoon) ahora.



      Quité mis zapatos, lancé mi mochila y me dirigí al salón principal. Realmente mi papá estaba ahí. No pensé acerca de que tanto había pasado o de donde había venido. Sin pensarlo, salté a los brazos de mi papá. No recuerdo muy bien lo que sucedió después. Si es que fue primero el olor del alcohol, o si fueron las maldiciones, o si fue el golpe que me dio en la mejilla. No sabía lo que estaba pasando. Había olor a alcohol, pesadas respiraciones y mal aliento. Sus ojos estaban inyectados de sangre y su barba crecía de forma dispareja. Me abofeteó con su gran mano. Golpeó mi mejilla nuevamente mientras preguntaba qué era lo que veía. Después me elevó en el aire. Sus brillantes ojos rojos eran escalofriantes, pero estaba tan asustado que no me salían lágrimas. Ese no era mi papá. No, si era mi papá. Pero, no era él. Mis pies se agitaron en el aire. Al momento siguiente, después de golpear fuertemente mi cabeza contra la pared, caí al suelo. Sentía como si mi cabeza hubiera reventado. Mi campo de visión parpadeó y de pronto todo se volvió de un tono negro. Mi cabeza estaba llena con el único ruido de los jadeos de mi papá.

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